martes, 15 de noviembre de 2011

Los peligros de la taxidermia económica

Así que tu querida mascota murió y el único pensamiento que cruza por tu cabeza es cómo conservar el cadaver sin tener que recurrir al Pet Cemetery.

Te entiendo totalmente. Una posesión demoníaca le puede arruinar el dia a cualquiera.

La alternativa más cómoda, sensata y libre de espiritus malignos es obviamente una rápida visita al taxidermista para que le saque las tripas a tu peludo y difunto compañero doméstico y las reemplace por un contenido igual al contenido de tu almohada.

Pero antes de que te conviertas en el Norman Bates del reino animal, tienes que asegurarte de no caer en manos de charlatanes o amateurs, porque es posible que la expresión vivaracha, fiera e inteligente que tu animalito tenía en vida sea un tanto diferente a la que guarde el resto de la eternidad...










































































You have been warned...


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