miércoles, 16 de julio de 2025

Manual para el que ya no puede volver a dormir

Prólogo del Despertar

Despertar no es glorioso. No hay luces, ni trompetas celestiales, ni discursos de Morgan Freeman. Hay crujidos. Dolor de ojos. Un sabor agrio de "mierda, todo era mentira". Te das cuenta de que no sos el protagonista de ninguna historia. No hay plan maestro. El sistema no está roto: fue diseñado así.

Y ahí quedás: parado en medio del escenario, con el telón caído y los hilos a la vista. El show sigue, pero vos ya viste los trucos. No hay vuelta atrás.

Si quieres estar bien despierto, te debes tomar varias pastillas...

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CAPÍTULO I: Red-Pill Política

Votar es elegir entre dos tipos de corbata que responden al mismo banco. Los discursos son PowerPoint con emociones. Los villanos cambian, pero el guion sigue: miedo, unidad, enemigo, patria, aplausos.

Descubrís que la democracia es un teatro, y que la verdadera política se juega en despachos, cenas privadas y llamadas sin registro.

Bonus: el "pueblo" solo existe en las campañas. Después de eso, sólo existen contribuyentes y carne de cañón.


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CAPÍTULO II: Red-Pill Económica

¿Libre mercado? LOL. El dinero no fluye: se estanca donde ya hay mucho. Si trabajás más, ganás menos. Si especulás más, dormís mejor. La riqueza no se crea con esfuerzo, sino con acceso.

La inflación es un impuesto disfrazado. Las deudas, una prisión con rejas invisibles. Y los que hablan de "emprender"... son muchas veces gente que ya heredó.

El tiempo es la única moneda real. Y lo regalás por un salario que apenas paga el alquiler del decorado.


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CAPÍTULO III: Red-Pill de las Relaciones

Nadie te prepara para esto: que el amor no salva. Que el corazón no siempre es correspondido. Que los cuentos de hadas tenían prólogos horribles.

El deseo, como el mercado, responde a oferta, demanda y a veces algoritmos. Las reglas cambian, los roles mutan, y lo que era "romántico" ayer hoy es cancelable.

Y sin embargo... seguimos buscando. Porque incluso sin esperanza, el cuerpo recuerda cómo era sentirse deseado. Como un eco. O como una canción vieja en una radio perdida.


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CAPÍTULO IV: Red-Pill Espiritual

Dios está ocupado. Los templos están vacíos o llenos de gente con miedo. La fe se vendió en cuotas.

Pero en medio del ruido, aparece el silencio. No el de los rezos repetidos, sino ese momento en que el universo no te responde... y vos igual seguís.

No necesitás un cielo si ya entendiste que este instante, este café, esta charla, este cuerpo que no duele tanto... es un milagro discreto.


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CAPÍTULO V: Red-Pill Existencial

No hay sentido. Y está bien. No lo hay. Pero podés escribir. Tocar. Amar. Correr. Gritar. Cuidar a alguien. Plantar algo. Reír con ironía. Y eso es más que suficiente.

No estamos aquí para descubrir un secreto. Estamos para soportar el absurdo con dignidad.

Algunos con una guitarra. Otros con una base de datos bien normalizada. Otros con un mate y una frase de Fito Páez.


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Manifiesto del Despierto

No tengo esperanza, pero tengo camino.

No busco salvación, busco coherencia.

No creo en las reglas, pero respeto los códigos.

No me vendo por likes, pero tampoco me escondo.

Ya vi el truco. Ahora quiero ver cómo termina la función.



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Estrategias de Navegación (Beta version)

Practicá el flow: lo que venga, vino. Surfear en vez de pelear.

Mantené tu humor como escudo. Jardiel Poncela rules.

Elegí tus batallas. No todos los fuegos valen la gasolina.

Rodeate de otros despiertos. Aunque no hablen, se reconocen.

Tené un arte. Aunque nadie lo vea.



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Epílogo: La Caja

La caja se abrió. Los males salieron. Y al fondo, sola, quedó la esperanza. ¿Un regalo? ¿Una broma cínica?

Quizá no importa. Porque aunque no espero nada...

todavía tengo este instante. Y mientras lo viva despierto...

...ya gané.

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