martes, 27 de junio de 2006

Vos sos mi cachorrito!!!


Di la vuelta para entrar al parqueo y desde el carro de tu mamá me viste.

"Hola!! Hola!!! Ya viniste!!!"

Bajo la protesta materna te bajaste a toda velocidad, le diste la vuelta al carro, corriste hacia la ventanilla y te prendiste de mi cuello. Te abracé por la ventanilla igual, aún embobado por la calidez de tu recibimiento y te olfateé...

*sniff* *sniff*

Vos sos mi cachorrito!!!

Te reíste porque me había quedado muy pegado al otro carro y no podía bajar por la puerta del conductor. ("Ala que chambón!!!") Dejame verte... cómo estás creciendo Tigrito!! Estabas feliz, radiante y cachetón, con esa energía de conejito Energizer que tenés siempre. Luego me tomaste de la mano y entramos en volandas al Chuck E. Cheese.

Le quitamos todas las aceitunas a la pizza e hicimos carreras a ver quien se la terminaba primero. Nos pusimos a hablar con la boca llena y a masticar como monstruo. Volvimos cerbatanas las pajillas (tu mamá ya me colgaba), convertimos y desconvertimos el Transformer y aprendimos a sacar las cuchillas destructoras y a lanzar el misil ("Woooowww").

Le dimos la vuelta a casi todas las maquinitas del Chuck E. Cheese. Te gustaba la montaña rusa virtual cuando llegaba hasta lo más alto y subíamos los brazos para descender a toda velocidad gritando. Te gustaba competir en la máquina del marciano en bicicleta y en la máquina de las abejitas capturaste muchas muchas y las pusiste en su panal. Y siempre te matabas de la risa. Y siempre me reía con vos.

Y en la maquinita de las lanchas vos manejabas a toda velocidad y yo te ponía el turbo... ("Alagraaaan!!") y yo me quedaba sorprendido cómo es que manejás tan diestramente el volante y quedás de segundo o de tercero en nivel hard y con las lanchas más rápidas, yo no puedo!

Al fin, se nos acabaron los tokens. Se me acabó la voz de tanto gritar. Y tristemente, el tiempo se acabó también. Que poquito duran los momentos en que realmente uno es feliz...

Y mientras te subías al carro de tu mamá y me decías adiós, yo iba deseando con todo mi corazón que las cosas fueran diferentes. Que fuera más fácil llegar a un acuerdo con tu mamá, poder verte más seguido, con más tiempo. Que el niño fueras vos y no estos tus padres que están más locos que una cabra. Pero igual, pase lo que pase Tigrito, nunca voy a dejar de buscarte, nunca voy a dejar de llamar, no me voy a dar por vencido. Siempre voy a estar pendiente de vos y siempre siempre serás mi cachorrito.