jueves, 22 de noviembre de 2018

Gracias Dios Mío

Después de la oficina solíamos pasar al McCafé a tomar té chai, que era como tomar sopa de mueble por el sabor a madera que te deja.

Ahora las cosas son muy distintas pero qué curioso, cuando voy a al McCafé lo que tomó es té chai.

Tengo muchas cosas y razones para darle gracias a Dios:

Gracias por permitirme ver a mi hijo graduarse

Gracias por permitirme ver a mis amigos, aunque algunos ya se nos adelantaron.

Gracias por mi familia.

Gracias por estar completo y sano.

Gracias porque, a pesar de tener algunas diferencias irreconciliables, puedo estar en buenos términos. La madurez es un regalo de Dios.

Gracias por Mercury y Cerati. Gracias por toda la música.

(Gracias también porque no me hiciste motorista)

Gracias, gracias, gracias.

PD

Y siempre toda mi vida voy a estar agradecido porque esa bala perdida me dio a mí y no a ti.  El golpe del rebote de la bala en la nuca hizo que se me durmiera el cuerpo pero si me hubiera quitado tan sólo un segundo a ti te hubiera dado en el rostro.  Gracias a Dios no ocurrió. Nunca me hubiera podido perdonar si te hubiera pasado algo.

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