Desde chiquito solía escucharte decir que querías descansar debajo de un palo
Luego me convertí en adolescente y aún seguías diciendo lo mismo
Hoy, cuando estaba delante de ti, diciéndote adiós, levanté la vista y me di cuenta de que ahí estaba tu palo
No fue a propósito, nadie lo planeó
Fue Dios que te vio con Su infinita misericordia y te lo concedió
Y a nosotros nos recordará de que estás allá con Él, a su lado
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