Pero a Nicaragua, por algún sortilegio maravilloso que ocurre sólo en la afiebrada mente de Daniel Ortega, no ha llegado y solo ha muerto 1 (uno)
Por qué?
Pues está claro que para ser un hijo de puta no hay distinción: lo puede ser un trillonario capitalista tanto como un pobre muerto de hambre del tercer mundo.
Los únicos requisitos son el poder y el amor al dinero...
Reapareció Ortega, para nuestro desconsuelo, y después de un largo descanso de 34 días puso a trabajar a todos porque (siguiendo el ya refutado, demagógico y rayado discurso de otros pseudo dictadores como Trump, Bolsonaro etc) “si este país deja de trabajar, se muere”
Uno puede dejar de trabajar, desaparecer, dejar de liderar su nación por 34 días y no morir
Pero si dejas de respirar por 34 minutos...
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