Así que llegué a la puerta que tenía un rotulito que decía "Evaluación Física". Toqué y al poco tiempo la puerta se abrió revelando una brunette de ojos del color de la miel y bata blanca, minifalda y blusita de color ídem, medias negras que seguro terminarían en un liguero ideal y portentoso, un gorrito blanco con una diminuta cruz roja y un escote tan descarado que hasta a mí me dio vergüenza. Qué horror...
Y sin embargo...
Deja vu?
Obsesión?
Fetichismo?
(A todo: SÍ. Oh vamos... a qué chica no le gusta disfrazarse de enfermera libidinosa o de niña escuelera con falda de cuadritos? Es que acaso nunca se han disfrazado de vaquero, de bombero o de policía del amor? De gatúbelo o de gatúbela ardiente de pasión?)
(No?)
(Para nada nadita?)
(Eehhh... entonces mejor no sigan leyendo…)
Se recostó sensualmente sobre la puerta y unos trombones de cabaret parisino sonaron en mi cabeza.
—Viene a su evaluación... —me vió de pies a cabeza —física?
—Sí. Vengo a mi evaluación... —la vi de cabeza a pies —física...
Ella se sonrió.
—Entre por favor... cuál es su nombre?
—Fink. Bat-fink
—Muy bien señor Fink Batfink. Sientese por acá... Quiere tomar algo?
—Sí. Quiero tequila.
Se dio la vuelta, se agachó frente a mí y pude deleitarme muy bien viendo todo su hermoso y espectacular bar donde tenía guardadas las botellas y las copitas.
Regresó con un vaso mundialista lleno de tequila.
—Desea algo... más?
—Quesoburguesa y papitas...
(Se inclinó hacia mí haciendo que la pronunciación de su escote fuera tan escandalosa como una palabrota dicha por un infante en un funeral. Sí, esa.)
... agrandadas?
Se rió de una manera muy particular.
—Es usted un pícaro...
—Sí.
—Mañoso...
—Lo sé.
—Malpensadote...
—Ajá.
—Degenerado...
—Yeah.
—Violador en ciernes...
—Oui.
—Me gusta...
—A mí también.
—Me apasiona...
—Hell yeah...
—Me enerva...
—Y a mí me enturbia.
—Excítame más...
—Dame un frasco de jarabe para la tos.
—Qué??
—Puedo excitarte tan sólo con leerte los ingredientes de la etiqueta...
Salió disparada hacía el botiquín y al momento regresó con un broncodilatador y expectorante.
—A ver... sí... terbutalina... 5 miligramos...
—Uy...
—Ummm... guaifenesina... sul.fa.to
—Ay... qué bárbaro...
—66 pun.to 6 mi.li...
—UYYYY!!!....
—... gra.mos...
—SIIIIII!!!
—Y eso que... no... he llegado a... la... po.so.lo.gía...
—No... estaremos abusando... de los... puntos... suspensivos...?
—No... sólo... de... los... puntos... suspensivos... vamos... a... a.bu.sar...
—Oh!!
—Ah!!
—...
—.............................
* * *
El lector: No puede ser! Uno no puede excitar a una mujer leyéndole un expectorante!
El autor: Of course you can. En realidad, no importa lo que se diga, sino cómo se diga...
El lector: Y dale con los puntos suspensivos!!
El autor: .....................................................
* * *
Cuando desperté estaba sólo. Y amarrado con un estetoscopio a una escaladora mecánica.
Y bueno, ignoro cuánto saqué en mi evaluación física.
Es decir, en puntación...
* * * * * * * *
El lector (interrumpiendo como siempre): Este relato es demasiado fantasioso! Es imposible que te haya pasado algo así.
El autor: Y bueno... como en todo... hay que seguir la regla de Batfink: sólo hay que creer 50/50...
El lector: Eso es cierto. Como aquello de que "voy a publicar fotos" que no sé qué... y no publicaste nada a pesar de todos los reclamos.
El autor: Yes, I know. Pero no es que haya olvidado las fotos o que no las vaya a poner. Es más cuestión de suspense…
El lector: Se te olvidaron.
El autor. Tengo algunas fotos mías sin camiseta sacando la arena del volcán de Pacaya con una palita al mejor estilo Zoolander.
El lector: Las lectoras querrán ver una vestido de vaquero ahora.
El autor: DEAL.
Coming soon...