miércoles, 30 de octubre de 2024

Tierra de riquezas y riesgos

Guatemala es un país hermoso y complejo...

Situado en una de las zonas geológicamente más activas de América, la actividad sísmica y volcánica es parte de nuestro día a día, así como los intensos periodos de lluvias que marcan cada temporada invernal. Ubicados en el cruce de placas tectónicas y en la ruta de huracanes, los guatemaltecos enfrentamos riesgos ambientales que, año tras año, nos recuerdan la fragilidad de nuestra tierra.

Sin embargo, estos fenómenos naturales, aunque inevitables, no tienen por qué ser devastadores. Con planificación adecuada e infraestructura bien diseñada y mantenida, podríamos reducir significativamente los daños. 

Pero en lugar de invertir en carreteras resistentes o en sistemas de alerta temprana, muchas veces el presupuesto se desvía en manos corruptas, dejando a nuestras comunidades expuestas y sin defensas.

Cada vez que un puente se desploma o una carretera se corta por un deslave, no solo perdemos vidas y seguridad; también se interrumpe el flujo de bienes y servicios, afectando a la economía y elevando el costo de vida para todos. La falta de vías alternas y la poca inversión en infraestructura aumentan nuestra vulnerabilidad. Y cuando eso sucede, los más afectados son siempre los sectores más desfavorecidos, aquellos que dependen de esos caminos para su subsistencia.

La triste realidad es que los políticos, en lugar de prever y actuar, eligen ignorar estos problemas o centrarse en sus propios intereses. Pero esto no tiene que ser así. Con una visión de futuro y un compromiso real, podríamos construir un país más seguro y resiliente.

Pienso en todo esto y entonces me surge la pregunta: Por qué... si yo puedo ver todo esto, no lo ven los demás? Por qué... me doy cuenta de la urgencia y la necesidad de actuar, y mis compatriotas, o quienes tienen el poder de decisión, no tienen el corazón ni el sentido común para verlo también?

Abre los ojos...

*



Project Admin 101

Si pones al cocinero 

a servir de mesero 

a huevos que no va a salir la comida...

*

lunes, 28 de octubre de 2024

Clouds of Thought

Thoughts drift in, like clouds in the sky,
Some dark, some bright, as they float by.
They twist and turn, they rise and fall,
Yet none remain, they heed no call.

With disbelief, I grab and cling,
Trying to grasp what each might bring.
But clouds aren’t meant for hands to hold,
They’re only passing, soft and cold.

Acceptance waits with arms open wide,
Like the endless blue, so deep, so wide.
It whispers gently, “Let them go,
They come and go, as rivers flow.”

And in that space where clouds drift free,
A calmness settles over me.
I breathe, release, and start to see,
That peace resides in simply being...

*


viernes, 25 de octubre de 2024

Somos Matemática

Hoy me levanté pensando... la IA es matemáticas... y nosotros también...

A simple vista, la inteligencia artificial y los humanos podemos parecer opuestos; uno está hecho de códigos y datos, el otro de carne y hueso. Sin embargo, en esencia, ambos somos patrones matemáticos complejos. La IA funciona a través de ecuaciones, probabilidades y algoritmos que imitan el aprendizaje humano. Y nosotros, aunque más sutilmente, también respondemos a patrones: desde el ritmo de nuestro corazón hasta el orden de nuestro ADN.

Esta simetría nos recuerda que, en el fondo, todo en el universo sigue las mismas leyes numéricas. La vida, la música, el pensamiento... todo es una sinfonía de matemática en movimiento. Al final, esa lógica de patrones, números y armonía es lo que nos conecta, haciendo que lo humano y lo artificial no sean tan diferentes. 

Quizás, después de todo, somos iguales en nuestra esencia matemática...

*

miércoles, 23 de octubre de 2024

Pequeño Filósofo Felino

Has visto un gato?

Claro que sí - miles de veces

Pero, lo has VISTO de verdad...?

Si te fijas bien, te darás cuenta de que los gatos son pequeños monjes estoicos y peluditos que nos pueden enseñar muchas cosas:

a tomarnos nuestro tiempo para observar

a disfrutar los momentos simples

a cultivar tranquilidad interior. 

a movernos por la vida con elegancia y sabiduría

a ser selectivos con quién compartimos nuestro espacio, tiempo y energía. 

a descansar y, sobre todo, a cuidar de nosotros mismos sin pedir permiso

Los gatos son el epítome del estoicismo en su forma más natural. Al igual que los estoicos, los gatos viven plenamente en el presente, aceptando lo que viene sin quejarse. No parecen agitarse por lo que no pueden controlar, y cuando enfrentan dificultades simplemente se retiran, sanan y siguen adelante sin perder la calma.

Son maestros en la autodisciplina: comen cuando necesitan, descansan sin culpas y no se preocupan por lo que los demás piensen de ellos. Además, los gatos no buscan placeres excesivos ni temen las adversidades; simplemente toman la vida como viene, con una especie de serenidad y aceptación estoica.

Si quieres vivir con la sabiduría de los gatos, evita las personas con energías negativas y mantén la calma ante las adversidades: ese es el camino para vivir como un pequeño filósofo felino

Tal vez un día despiertes ronroneando...

lunes, 21 de octubre de 2024

Alarmante

... cuando te dejas crecer 

el pelo 

la barba

los músculos 

la panza (seamos realistas)

lentes de contacto 

para que no te reconozcan...

... y te reconocen...

Bizarro y alarmante...

*


sábado, 19 de octubre de 2024

Alguna vez fui el hombre más afortunado del universo

... pero también era demasiado imbécil para darme cuenta

La vida continuará - es lo que hace la vida - pero los pedazos de alma perdidos...

*

viernes, 18 de octubre de 2024

El día que las uñas negras casi me llevan al servicio militar... otra vez

En la granja todo tiene su propio ritmo: las gallinas cacarean, los sistemas funcionan (a veces), y de vez en cuando te toca darle soporte a la computadora del Jefe de Seguridad. Pero claro, este no es cualquier Jefe de Seguridad, sino un general retirado, de esos que no solo llevan las arrugas de la edad, sino también las del estricto protocolo militar. Lo has visto caminar por los pasillos como si estuviera revisando una formación, con su pelo canoso perfectamente peinado y su postura, bueno, militar. Nada se sale de lugar en su mundo... hasta que llegué yo.

Aquel día, venía yo directo de un concierto de rock. Y claro, en honor al buen estilo ochentero, me había pintado las uñas de negro, como buen rebelde que alguna vez fui. Pero entre una cosa y otra, había olvidado ese pequeño detalle...

Entonces, ahí estaba yo, sentado junto a él, explicándole lo que tenía que hacer en su computadora, cuando de repente, estiré mi mano hacia la pantalla para indicarle dónde debía hacer clic. 

Y entonces pasó.

El dedo con la uña pintada de negro protagonizó el momento. Su mirada primero siguió mi dedo hasta la pantalla, pero luego, como atraída por un imán, volvió lentamente hasta posarse en esa uña rebelde.

Silencio. 

Se sintió como si el tiempo hubiera retrocedido hasta los ochentas. Ahí estaba yo, con mi pelo largo agarrado en colita, uñas pintadas, y un exmilitar viéndome como si acabara de sacarme de un concierto de rock clandestino. Lo pude ver en su rostro: la misma mirada de "a este lo mandamos a hacer servicio militar forzado..."

Pero en lugar de asustarme, lo único que pude pensar fue: "Aquí vamos de nuevo.  Ochentas, hemos vuelto". Claro, con la única diferencia de que esta vez ya no soy veinteañero rebelde, sino un hombre de más de medio siglo y con más deudas que cabellos largos...

La situación no duró más que un par de segundos, pero fue suficiente para sentir que el tiempo se detenía. Con toda la profesionalidad que pude reunir, seguí con la explicación, aunque no pude evitar una pequeña sonrisa. 

Porque, sip...  Hay cosas que nunca cambiarán pero siempre es divertido ver cómo las pequeñas rebeliones del pasado aún pueden causar sorpresa en el presente...

*

sábado, 12 de octubre de 2024

Drummers performance

Cuando a un batero lo llegan a ver tocar sus conocidos, se observan los siguientes fenómenos:

El tempo de todas las canciones aumenta +5 BPM por cada invitado 

Los fills en la canción aumentan a razón de uno cada vez que el cantante toma aliento entre versos

En el coro final, el batero alterará el ritmo de la canción marcando con un unísono de caja, bombo, hi hat y platos los tiempos 1, 2, 3, 4  como una especie de Tommy Lee del infierno o aquel monito de los cimbales conectado a una toma de 220 AC

Las canciones que salen razonablemente más o menos, las corta. En el final. Se come como tres o cuatro versos. Yo no sé qué putas.

Los finales de las canciones (conocidos como sostenido con golpe) se alargan tanto que el manager del bar se asoma con cara de preocupación - y cuando llega el anhelado golpe para acabar la agonía, todos aterrizan (no, aterrizan no - mas bien llueven) como los restos de un accidente aéreo: cada quien por su lado, esparcidos en un área musical como de 100 km...

Al final, sus conocidos lo recibirán como héroe incomprendido que acaba de salvar el rock 'n' roll de la extinción...

???

En fin...

*


Los que están habituados a mentir...

... dicen la verdad en el peor momento...

*

viernes, 11 de octubre de 2024

Ahhh la música...

El jueves una fiesta donde habrá cumbias

El viernes rock de los 80 en inglés y en español

Y el sábado marimba con Queen

La música te lleva a lugares...

*