Esta crisis no existiría si no fuera por un grupo de malditos oportunistas que entregan motos fiadas a personas sin educación vial, sin capacidad de pago y sin el más mínimo sentido de responsabilidad.
Lo que debería ser una herramienta de movilidad se ha convertido en un factor de muerte masiva, colapsando hospitales públicos y drenando los escasos recursos del sistema de salud...
El verdadero precio de esas motos lo pagamos todos… en sangre, camas de hospital y funerales...
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