La última fecha del campeonato de papifutbol de la empresa estuvo muy agitada.
No por el hecho de que hayamos nuevamente perdido 9-4 (pues si, uno se aburre de ganar y ganar) sino porque justo en la cancha de al lado jugó el equipo X, el mismo equipo que dejó lesionado y fuera de combate a Batfink, con otro equipo tan sucio y violento como ellos.
El desenlace... era de esperarse.
Los ánimos se exacerbaron al punto de los morongazos y el partido terminó en batalla campal, con saldo de varios heridos (ojos morados y hocicos partidos). Finalmente el organizador expulsó a los dos equipos de este campeonato y del próximo que se jugará en 6 meses.
And I was really, really happy.