Llegó el día y casi que tuvieron que arrancarme el Windows XP de mis manos frías e inertes. Como habrán podido notar en algunas de mis notas, a veces puedo desarrollar un entusiasmo casi irracional por ciertas cosas que me interesan emocionalmente.
Y si hay algo que me hace sentir de verdad emociones fuertes y excitantes es el sistema operativo con el que comparto mi existencia.
Admito que le fui infiel con el Pingüino pero... Y quién no ha sido infiel una vez? O dos? O tres? O cuatro? O... (inserte un número de iteraciones aquí y aplique un factor de + 200 por ciento...) pero juro que eso nunca significó nada...
(Qué? Acaso no puedo usar yo también la clásica excusa de amante agarrado in fraganti?)
Pero bueno, heme aquí computerless y computerless, posteando desde mi Android y verificando mi gramática y ortografía como los hombres mientras la instalación de Win 7 progresa...
Supongo que aquí te diría algo para recordar, algo entre las líneas de "has sido lo más especial" o "lo importante fue lo que vivimos juntos" o un "they can't take that away from me"... pero a estas alturas y en vista de los acontecimientos ya resulta un poco trillado y hasta cliché...
Y aunque todo se repite, la vez que más importa es la primera, la original...
Las demás son copias baratas...
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