Katalin trabajó durante 40 años en las vacunas basadas en ARN pero nadie creía en ella ni en sus investigaciones. Sólo su mamá le decía que iba a ganar un premio Nobel.
Gracias a su vacuna se salvaron millones de vidas durante una de las peores pandemias que recuerde la humanidad.
Habrá gente ignorante y desagradecida que no les dé el debido crédito - pero hasta ellos fueron beneficiados de una forma o de otra - todos estamos conectados.
Nosotros que apreciamos el sacrificio y el esfuerzo y valoramos la ciencia les decimos: Gracias!!
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