miércoles, 14 de mayo de 2025

No es lo mismo, y lo saben - La manipulación del lenguaje político

Vivimos tiempos en los que decir la palabra “socialismo” es como encender una alarma. Una sola sílaba, y ya estás etiquetado, cancelado, linchado mediáticamente, o acusado de querer convertir tu país en una dictadura tercermundista. Pero seamos honestos: la mayoría de quienes hacen esa acusación... saben perfectamente que no es lo mismo.

No es ignorancia. Es estrategia.

Confundir socialismo con comunismo no es un error casual, es un movimiento calculado. Es una forma de vaciar de sentido las ideas que podrían cuestionar el orden actual. Se quiere hacer creer que cualquier intento por redistribuir la riqueza, por asegurar salud pública, por regular los excesos del mercado, o por dar educación gratuita, es automáticamente “comunismo”. Como si pedir un poco de dignidad humana fuera querer fusilar empresarios o prohibir la propiedad privada.

Lo saben. Y lo repiten porque da resultado.

Se instalan en el inconsciente colectivo imágenes de escasez, represión, pan con cartilla y colas interminables. Se juega con el miedo. Porque el miedo paraliza, y el miedo es útil para defender privilegios.

Este miedo se fundamenta en ciertos regímenes autoritarios de izquierda que dejaron un legado atroz, es verdad. El comunismo aplicado como dictadura dejó cicatrices: Stalin, Mao, Corea del Norte, Cuba. Sería deshonesto ignorar esa historia.

Pero ese miedo no puede convertirse en excusa o palanca para odiar automáticamente toda política que busque justicia social. No todo lo que huela a izquierda es totalitarismo. No toda intervención estatal es control absoluto. No toda redistribución es asfixia económica. Hay una zona intermedia, razonable, ética y humana: el socialismo democrático.

El socialismo auténtico no es el enemigo. El enemigo es la corrupción, la desigualdad obscena, la impunidad. El enemigo es el sistema que convierte hospitales en negocios, la educación en deuda, y los derechos humanos en lujo.

Y mientras se siga llamando “comunismo” a cualquier intento por humanizar la política, seguiremos atrapados en esta farsa...

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lunes, 12 de mayo de 2025

viernes, 9 de mayo de 2025

El Borde de la Pizza y el Alma del Hombre

Hay gestos que parecen pequeños, inofensivos, casi invisibles. Pero no lo son. No cuando se repiten. No cuando uno se sienta en la mesa y ve, una vez más, esa escena que debería estar prohibida por la Convención de Ginebra del buen gusto: un plato lleno de bordes de pizza dejados atrás como si fueran basura, como si el pan —el pan!— no mereciera la misma reverencia que el queso fundido o el pepperoni.

El borde de la pizza no es una orilla. Es un final. Es una declaración de respeto al plato completo. Es el epílogo del pizzaiolo. Dejarlo atrás es como leer una novela y saltarse el último capítulo porque “ya se entendió la trama”.

Y aún más infame es esa actitud de dejar los bordes como trofeos, cuidadosamente alineados, como si dijeran: "miren qué comedido soy, qué selectivo, qué refinado." No, amigo. No sos refinado. Sos un idiota con complejo de príncipe.

Porque sí: hasta comer se aprende. El largo de los spaghettis está pensado para atrapar la salsa. El cullote se disfruta con el gordito. El taco no se dobla como si fuera origami japonés. Y la pizza… se honra hasta el final.

Y sabés qué es lo peor? He observado. He tomado nota. Y con pesar —pero sin sorpresa— he comprobado que quienes dejan los bordes tienden a ser los mismos que no entienden metáforas, que cambian de opinión como de calcetines, que piensan que Queen sólo hizo We Will Rock You y que creen que “ser adulto” es tener un carro, no criterio.

Tal vez exagero. Tal vez no. Pero si me preguntás qué gesto revela el estado mental de una persona, te lo digo sin pestañear: ver cómo come. Porque quien desprecia el borde, probablemente también desprecia los márgenes, los detalles, los silencios, los postdatas.

Así que la próxima vez que compartas una pizza, observá. El borde no miente.

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jueves, 8 de mayo de 2025

Justicia

Puño en el silencio,
la voz corta como espada,
la ley arde en mí.

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PD 

Patojo hueco...

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La verdad siempre sale a luz

... tarde o temprano 

Bendito seas Dios Mío por no dejar que la mentira prevalezca 

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martes, 6 de mayo de 2025

A veces pasa

...una mente que se está derrumbando mientras trata de sostenerse escribiendo...

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Después de 3000 veces de preguntar lo mismo...

Dios se apiadó de mí...

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"Te fallé, así que... confiá más en mí"

Bueno, resulta que vos tenías una regla. Una. Sola. Clarita. Algo así como: "No toqués ese botón". Fácil, ¿no? Pero nooooo, aparece el iluminado de turno que dice "Nah, total no se va a dar cuenta..." y ¡pum! lo rompe. A escondidas. Como un ninja del quilombo. Entonces vos, que claramente sos un ser de luz, en vez de decir "Che, no rompas las reglas", decís "¿Sabés qué? Tomá. Más libertad. Hacé lo que quieras. Rompé todo, ya fue."

Porque claro, si alguien no puede respetar una regla simple, lo mejor es sacarle todas. Lógica pura. Premio Nobel de la pedagogía.

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lunes, 5 de mayo de 2025

El jaque mate del inocente

estaba viendo el teatro desde antes que subiera el telón...

Trust again?

Not even once...

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Sólo llegas hasta donde te permito llegar

Si te sales con la tuya una vez no significa que no sepa qué estás haciendo 

Solo llegas hasta donde te permito llegar 

y mientras más lejos llegues 

más cordel necesitas 

y más cordel tengo para colgarte...

Ya estoy apretando...

Y te vas a poner muy morado...

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domingo, 4 de mayo de 2025

Broken hearted

Cuántas decepciones caben en un corazón...?

Si pides ver la luz prepárate a ser deslumbrado...

Por lo menos ahora no te entregué en bandeja de plata 

pero me costó la vida...

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