Imagina que tienes una cámara dentro de la cabeza y que tus ojos son el obturador. Con este concepto bien asimilado, empieza a buscar situaciones que podrían crear buenas fotografías.
Decide detenidamente cuando hacer "clic" con los ojos.
Este simple proceso ayuda a desarrollar la habilidad para ver imágenes sin tener que tratar con temas técnicos o con los reparos de la gente a que la fotografíen.
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